Europa condena la violación de la Embajada de México en Quito

Lo indicó el alto representante de la Unión Europea para la Política Exterior, Josep Borrell. Pidió que se cumpla la Convención de Viena de 1961, que rige las relaciones diplomáticas. Hizo un llamado al respeto del derecho internacional diplomático.
El alto representante de la Unión Europea para la Política Exterior, Josep Borrell, condenó este domingo la «violación» de la embajada mexicana en Quito y pidió respetar el derecho internacional diplomático tras el asalto del edificio por parte de policías ecuatorianos que este viernes detuvieron al exvicepresidente del país Jorge Glas.

«Condeno la violación de las instalaciones de la embajada de México en Quito, en claro incumplimiento de la Convención de Viena de 1961 (que rige las relaciones diplomáticas). Hago un llamado al respeto del derecho internacional diplomático», escribió Borrell en un mensaje a través de su cuenta oficial en la red social X.

México rompió de inmediato las relaciones diplomáticas con Ecuador, y Nicaragua hizo lo mismo este sábado, después del asalto a la Embajada de México en Quito, que tuvo como objetivo detener al expresidente ecuatoriano Jorge Glas, que estaba allí recibiendo asilo político.

El Gobierno mexicano calificó el asalto como una violación a su soberanía y al derecho internacional, y también fue condenado este sábado por el secretario general de la ONU, Antonio Guterreres, y el Departamento de Estado de los Estados Unidos, así como gobiernos latinoamericanos tanto de izquierdas como de derechas.

Lo hicieron los Gobiernos de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Cuba, Honduras, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Uruguay y Venezuela.

Tras su sustracción de la embajada mexicana, Glas pasó toda la madrugada en la Unidad de Flagrancia de Quito y este sábado fue trasladado en avión a la cárcel de máxima seguridad de La Roca, situada en el complejo carcelario de Guayaquil y reservada para los presos más peligrosos.

Sobre el exvicepresidente pesaba una orden de detención y de ingreso en prisión preventiva por el caso de la reconstrucción de la provincia costera de Manabí, la más afectada por el fuerte terremoto de 2016, donde está imputado por presunto peculado (malversación de fondos públicos).

También debía volver a prisión para terminar de cumplir una pena de ocho años de cárcel por dos condenas por cohecho y asociación ilícita tras no recibir el beneficio penitenciario de la prelibertad, después de haber aglutinado las dos sentencias y haber cumplido cerca de cinco años de cárcel, entre 2017 y 2022.

Desde mitad de diciembre de 2023 se había alojado en la embajada de México en Quito para pedir asilo, que le fue concedido este viernes, al declararse víctima de una persecución política y de ‘lawfare’ (utilización del aparato judicial contra adversarios políticos).

El asilo a Glas fue otorgado por México en el momento de mayor tensión en las relaciones con Ecuador, después de que el Gobierno de Noboa expulsase a la embajadora mexicana, Raquel Serur, como respuesta a unas declaraciones del presidente Andrés Manuel López Obrador que relacionaba el asesinato del candidato presidencial Fernando Villavicencio con el triunfo electoral de Noboa frente a la candidata correísta Luisa González.
España llama al respeto al derecho internacional y la concordia entre México y Ecuador
El Gobierno español ha hecho este domingo un llamamiento al respeto del derecho internacional y a la concordia entre México y Ecuador tras la entrada policial en la embajada mexicana en Quito este viernes.

En un comunicado, el Ministerio español de Asuntos Exteriores ha resaltado que esta acción policial supuso «una violación de la Convención de Viena sobre relaciones diplomáticas de 1961».

«Hacemos un llamamiento al respeto del derecho internacional y a la concordia entre México y Ecuador, países hermanos de España y miembros de la Comunidad Iberoamericana», señala la nota.

México ha roto relaciones diplomáticas con Ecuador y numerosos países han expresado su condena por la irrupción policial en la embajada, llevada a cabo para encarcelar al exvicepresidente ecuatoriano Jorge Glas, condenado por corrupción pero a quien el Ejecutivo mexicano había concedido el asilo político.

Sobre el exvicepresidente ecuatoriano pesaba una orden de detención y de ingreso en prisión preventiva por el caso de la reconstrucción de la provincia costera de Manabí, la más afectada por el fuerte terremoto de 2016, donde está imputado por presunto peculado (malversación de fondos públicos).
También debía volver a prisión para terminar de cumplir una pena de ocho años de cárcel por dos condenas por cohecho y asociación ilícita tras no recibir el beneficio penitenciario de la prelibertad, luego de haber aglutinado las dos sentencias y haber cumplido cerca de cinco años de cárcel, entre 2017 y 2022.

Desde mitad de diciembre de 2023 se había alojado en la Embajada de México en Quito para pedir asilo político al declararse como perseguido político y víctima de ‘lawfare’ (utilización del aparato judicial contra adversarios políticos), lo que le fue concedido el viernes.

El asilo a Glas fue otorgado por México en el momento de mayor tensión en las relaciones con Ecuador, después de que el Gobierno del presidente Daniel Noboa expulsara a la embajadora, Raquel Serur, como respuesta a unas declaraciones del presidente Andrés Manuel López Obrador.

El presidente mexicano había relacionado el asesinato del candidato presidencial Fernando Villavicencio con el triunfo electoral de Noboa frente a la candidata correísta Luisa González.

Fuente: Ecuavisa

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