
Comunidades mantienen cierres viales en Imbabura mientras la fuerza pública responde con gases.
La tensión no cede en Imbabura, epicentro de las protestas, mientras el presidente Daniel Noboa endureció su postura al señalar: “No vamos a ceder ni un milímetro”.
Cerca de las 15:30 las comunidades indígenas mantienen bloqueos en el redondel de Otavalo, en Imbabura, donde varios manifestantes fueron reprimidos por fuerzas militares.
Se conoció que los comuneros exigen la liberación de varios de sus compañeros que fueron detenidos horas antes por efectivos policiales.
Entre gases, cierre de vías y movilizaciones, la jornada del paro nacional se desarrolla con enfrentamientos y denuncias de represión en distintos puntos del país.
Presidente Noboa anuncia que no se irá de Latacunga
El presidente, Daniel Noboa, aseveró este lunes que no cederá ante quienes “quieren desestabilizar el país”, esto en el marco del paro nacional liderado por la Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie), contra la eliminación del subsidio al diésel.
“Estamos ahora peleando una batalla contra el sectarismo, contra la gente que quiere desestabilizar al Ecuador y no vamos a ceder ni un milímetro”, dijo Noboa durante un acto público en la provincia de Cotopaxi.
Agregó que tampoco se irá de Latacunga, hasta donde se trasladó la sede del Ejecutivo.
“No me voy a ir de aquí, me gusta bastante”.
En esa provincia, indígenas se manifiestan, entre otras razones, contra la eliminación del subsidio al diésel, decretado el pasado 12 de septiembre, pero también se realizó una marcha en favor del Gobierno.
Protestas en Imbabura
La jornada de paro nacional continúa con denuncias en la comunidad de Pijal, Otavalo, provincia de Imbabura.
Habitantes relataron que efectivos militares ingresaron a viviendas y lanzaron gases lacrimógenos al interior, poniendo en riesgo a familias completas.
Videos difundidos en redes sociales muestran escenas de desesperación de comuneros que trataban de resguardarse en medio del operativo.
El Pueblo Kichwa Otavalo denunció públicamente la “violenta incursión de fuerzas militares y policiales” en sus territorios ancestrales, un acto que califican como una grave violación a sus derechos colectivos e individuales.
“Responsabilizamos directamente al Gobierno Nacional por estos hechos que atentan contra la paz, la dignidad y la vida de nuestras comunidades”, declararon.
Desde tempranas horas, las comunidades indígenas de Imbabura salieron hacia la carretera E35 y levantaron barricadas en distintos tramos, desafiando el fuerte despliegue policial y militar.
En Caluquí y San Pablo (Otavalo) se registraron los choques más duros, con manifestantes que lograron hacer retroceder a uniformados mediante bloqueos con árboles derribados, montículos de tierra y llantas encendidas.
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