
En una declaración poderosa y emocional, Gabriela Goldbaum, la exesposa del presidente ecuatoriano Daniel Noboa, lo acusa públicamente de violencia vicaria, alegando que ha usado a su hija para infligirle dolor.
Durante una sesión en la Asamblea a mediados de marzo, Goldbaum denunció las acciones de Noboa, explicando que había armado a su hija como un medio para lastimarla emocionalmente. El momento fue acusado de tensión, ya que la audiencia reaccionó con gritos, lo que provocó las llamadas para ordenar su declaración completa.
Goldbaum continúa afirmando que Noboa es responsable de lo que ella describe como «violencia vicaria», una forma de abuso donde los niños son manipulados por un padre para lastimar al otro. Ella afirma que el Presidente ha usado deliberadamente a su hija en sus maniobras políticas y vendettas personales, enfatizando que este comportamiento no solo es doloroso sino que es profundamente perjudicial tanto para ella como para la niña. La voz de Goldbaum era estable a pesar de sus lágrimas mientras compartía esta revelación íntima y dolorosa en público.
Las acusaciones destacan una batalla legal y emocional continua entre los dos, con Goldbaum denunciando a Noboa de orquestar múltiples casos legales contra ella como parte de una campaña más amplia para acosarla. Ella sugiere que estas acciones son parte de un patrón de represalia, donde él usa su poder político para manipular el sistema legal para crear dificultades para ella. Este es un cargo grave, emitiendo una sombra sobre la imagen pública del presidente y planteando preguntas sobre su conducta privada.
A pesar de la gravedad de las acusaciones, Daniel Noboa aún no ha comentado sobre las afirmaciones de Goldbaum. Su silencio ha dejado a muchos preguntándose sobre la veracidad de las acusaciones y si tendrán algún impacto en su posición política. A medida que se desarrolla el caso, las acusaciones de Goldbaum agregan una capa de complejidad a la presidencia de Noboa, ya marcadas por controversias y desafíos políticos.
La declaración de Goldbaum en la Asamblea no es solo una acusación; es una súplica para la justicia, tanto para ella como para su hija. Ella pide el fin del ciclo de manipulación emocional y votos a continuar luchando por sus derechos y los de su hija. A medida que se desarrolla esta historia, se plantean preguntas importantes sobre el uso del poder en las relaciones personales y la protección de los niños de convertirse en peones en conflictos de adultos.
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